
El dormitorio y los elementos que elegimos para descansar tienen una influencia directa en nuestra calidad de vida. Durante la noche, mientras dormimos, nuestro cuerpo se regenera a nivel celular, tanto a nivel físico como en el mental. Este proceso es esencial para recuperar la energía, reparar los tejidos y mantener un equilibrio adecuado en el plano emocional. Sin embargo, cuando dormimos pocas horas, utilizamos un colchón incómodo o desgastado, o no contamos con una base adecuada, es normal que nos despertemos cansados, doloridos y con una sensación de malestar general.
Un mal descanso no únicamente afecta al humor, sino también a nuestra productividad. Nos cuesta más concentrarnos, rendimos menos en el trabajo o en los estudios y afrontamos las tareas diarias con una menor energía. Por este motivo, prestar atención a cada detalle del entorno de descanso es mucho más que una simple cuestión de estética: se trata de una inversión que impacta directamente en nuestra salud y bienestar.
Además del colchón y la almohada, que son los protagonistas más evidentes de un buen descanso, el somier desempeña un papel fundamental. Es el elemento encargado de sostener y distribuir correctamente el peso del cuerpo sobre el colchón, además de proporcionar la ventilación adecuada, lo que permite garantizar su durabilidad y su correcto funcionamiento a lo largo de los años. Por este motivo, a continuación, te mostramos qué tipo de somier es mejor para prolongar la vida útil de tu colchón y ayudarte a disfrutar de un descanso de calidad cada noche.
¿Qué es un somier?
En términos generales, podemos decir que un somier es una estructura rectangular, generalmente de madera o metal, específicamente diseñada para funcionar como soporte ligeramente elástico y que aporta la transpirabilidad que necesita el colchón. Su función principal es elevarlo del suelo, permitiendo una mejor circulación del aire y evitando la acumulación de humedad, algo esencial para mantener la higiene y la propagación de alérgenos, como bacterias, hongos o ácaros y prolongar la vida útil del colchón.
Además, el somier proporciona la rigidez y la estabilidad necesarias para mantener una postura correcta durante el sueño. Un buen soporte evita que el colchón se deforme con el tiempo y ayuda a que la columna vertebral mantenga su alineación natural, reduciendo el riesgo de sufrir molestias lumbares o cervicales. Existen distintos tipos de somieres, cada uno con características y ventajas específicas según el tipo de colchón y las necesidades de cada usuario. Vamos a hablar de ellos para aclarar cuál es el mejor somier.
Somier de láminas

El somier de láminas es el más común y versátil. Está formado por una estructura metálica o de madera que sostiene una serie de láminas flexibles, generalmente fabricadas en madera de haya o en materiales compuestos que aportan una determinada elasticidad y resistencia. Estas láminas están ligeramente curvadas para adaptarse al peso del cuerpo y proporcionar un soporte equilibrado, además de una buena ventilación.
Si te preguntas qué somier es mejor, en este podemos decir que la principal ventaja es que se adapta fácilmente a cualquier tipo de colchón, desde los viscoelásticos hasta los de muelles ensacados o látex. La separación entre las láminas proporciona una excelente transpiración, lo que ayuda a evitar la acumulación de humedad y permite mantener el colchón en perfectas condiciones durante mucho tiempo. Su mantenimiento es mínimo y es una opción muy duradera, lo que la convierte en una de las opciones más recomendadas por expertos en descanso.
Somieres articulados
Los somieres articulados están pensados para aquellas personas que buscan disfrutar de un nivel de confort más personalizado. Este tipo de base permite ajustar la inclinación del cabecero, el respaldo y, en algunos modelos, incluso la zona de las piernas, adaptándose a distintas posturas. Si te preguntas, qué somier es mejor, este resulta ideal para personas con movilidad reducida, problemas de circulación o que, simplemente, desean leer o ver la televisión desde la cama sin comprometer la comodidad.
Estos somieres suelen incorporar motores eléctricos que permiten modificar la posición de forma silenciosa y sencilla mediante un mando o unos botones integrados. Gracias a su estructura flexible, ofrecen un soporte dinámico que es capaz de ajustarse perfectamente al tipo de colchón, evitando puntos de presión y favoreciendo una correcta alineación de la columna.
En cuanto a compatibilidad, los somieres articulados se combinan mejor con colchones viscoelásticos o de látex, ya que ambos materiales tienen la capacidad de adaptarse a los movimientos del somier sin deteriorarse. En cambio, no se recomienda su uso con colchones de muelles tradicionales, ya que su estructura interna no está diseñada para doblarse. Su principal ventaja, además del confort, es que al distribuir mejor el peso del cuerpo y mejorar la circulación del aire, también ayudan a prolongar la vida útil del colchón de manera indirecta.
Somier de muelles

El somier de muelles, aunque menos habitual hoy en día, sigue siendo una opción interesante para aquellas personas que buscan disfrutar una base más firme, pero con un punto más elástico que las opciones anteriores. Este tipo de somier está compuesto por una estructura metálica que integra una serie de muelles distribuidos de forma uniforme, lo que permite ofrecer una sensación de rebote controlado y un soporte mucho más homogéneo.
Su diseño favorece mucho la ventilación y es especialmente recomendable en climas húmedos, ya que evita la condensación de humedad bajo el colchón. Sin embargo, su nivel de adaptabilidad es menor que el de los somieres de láminas o los articulados, por lo que no todos los colchones resultan compatibles con este tipo de base.
En general, se recomiendan para colchones de muelles, ya que ambos sistemas trabajan en conjunto para ofrecer un soporte equilibrado. No obstante, en la actualidad, para colchones viscoelásticos o de látex, los modelos de láminas también suelen ser una elección adecuada, al ofrecer una superficie más uniforme y flexible.
Si te preguntas cuál es el mejor somier, podemos decir que el de muelles suele ser una opción resistente y duradera, especialmente si lo que buscas es una base estable y que sea fácil de mantener, aunque menos adaptable que otros modelos que encontrarás disponibles en la actualidad.
¿Cuál es el mejor somier para alargar la vida útil de un colchón?
Llegados a este punto, la pregunta es inevitable: ¿cuál es el mejor somier para garantizar la durabilidad del colchón y disfrutar de un descanso óptimo? La respuesta depende del tipo de colchón, del espacio disponible y de las preferencias personales, aunque, en líneas generales, los somieres de láminas son los más recomendados por el equilibrio entre transpirabilidad, soporte y flexibilidad que proporcionan.
Los somieres articulados también son una excelente opción, especialmente para quienes buscan un descanso más ergonómico o adaptado a diferentes posiciones. En cambio, los somieres de muelles ofrecen una flexibilidad adicional, aunque son menos versátiles en términos de compatibilidad. Si estás pensando en renovar tu equipo de descanso, puedes comprar somier echando un vistazo a nuestro catálogo de productos para el descanso en Colchón Club, donde encontrarás modelos diseñados para ofrecer soporte, transpirabilidad y confort a largo plazo.
Elegir el mejor somier posible es tan importante como escoger un buen colchón. Ambos elementos forman un conjunto inseparable que determina la calidad de nuestro descanso y la durabilidad del equipo. Invertir en una base sólida, transpirable y adaptada a nuestras necesidades no únicamente permite mejorar el confort durante el descanso, sino que también protege nuestra salud postural y prolonga la vida útil del colchón.





